Pongamos que te echo de menos. Pongamos que te miento y que niego sentir esto que siento cada vez que te acercas a mí y tengo que fingir que no pasa nada. Pongamos que no te encuentro. Pongamos que ni si quiera me encuentro a mí, y esto me come por dentro. Pongamos que me escondo, pongamos que sonrío porque no me queda otra, mientras tú estás cerca y yo te siento cada vez más lejos. Pongamos que no hablo. Pongamos que se me hace difícil mirarte y evitar echarme a llorar. Pongamos que me cuesta aceptar que todo acaba. Pongamos que de esto...de esto ya no queda nada.
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