martes, 10 de marzo de 2015

Imagina.

La luz rosácea del amanecer,
el olor a azahar,
el sonido de las uñas de los perros abandonados
paseando por el asfalto.
La miel,
su sabor,
el tacto de una jarra de cerveza
congelada
encima de la barra de tu bar favorito.
La luz de las velas
reflejada en la piel de la persona
a la que amas.
La sonrisa de tu hermano pequeño,
el olor a libro nuevo,
las ganas de aprender,
el sabor del primer beso,
tu primera vez.
La expresión de unos ojos
cuando reciben un regalo inesperado,
los cuadros de Klimt, de Dalí, de Frida Kahlo,
pisar la hierba con los pies descalzos,
el sonido de un saxofón,
la música de Bethoveen, de Metallica,
de Jorge Drexler,
la fidelidad de los perros,
el ronroneo de los gatos
el cine de Kubrick, de Buñuel,
la poesía de Lorca, de Pizarnik,
de Alfonsina Storni,
los arco iris,
las estrellas,
el atardecer,
la rutina.
Imagina que todo eso desaparece a golpe de bomba.


Imagina tu vida en Palestina.





2 comentarios:

  1. Buff... enserio. Me he ido metiendo en el papel y me he ido imaginando todo aquello de lo que escribes y que me encanta como el primer beso o la sensación de la hierba en los pies. Y de repente, el final, me ha dejado en shock. Increíble!

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    1. Muchas gracias :). Esa era la intención del final, la ruptura de todo, como la vida de todos los palestinos.

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