martes, 22 de abril de 2014

De crueldad y laberintos.

Conocemos el sabor
de la crueldad
cuando compartimos
una almohada que
no es la nuestra
y dejamos
nuestro perfume
pensando:
"Jódete.
Huéleme y
échame de menos".

Quizás
de eso se trata.
De amar
con la misma fuerza
con la que anhelarías
una venganza.

Fumas un cigarrillo,
bebes ron barato
y te emborrachas
con mil besos que saben
a
lo
mismo.

Te enganchas
de cuellos
sin nombre,
crees encontrarte
en la entrada de otro
laberinto
y vuelves a estar
equivocada
buscando en otras pieles
lo que a ti
te falta.

No hay banderas
blancas
que zanjen una
guerra
si eres tú la silueta
que alza el estandarte.

No me busques,
no vaya a ser que
te
pierdas
y yo acabe
por no encontrarme.

3 comentarios:

  1. Creo que deberías escribir en prosa. No es que el texto esté mal, pero la forma -en verso- desentona un poco, le falta musicalidad a lo escrito para que sea un texto poético. Yo lo escribiría en prosa, porque resulta incómodo leerlo en verso. Pero es sólo mi opinión. Un besito.

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  2. Tus palabras me han cautivado desde el primer momento en el que, por casualidad, di contigo.
    Espero que nunca dejes de escribir, pues lo que consigues provocar en tan solo unos instantes es producto de un talento que a pocos les ha sido obsequiado.

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    1. Dejar de escribir sería dejar de respirar. Bendita casualidad que te ha traído hasta aquí. Un beso, sol.

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