domingo, 27 de julio de 2014

Como una noria en medio del carnaval

Siempre quise vivir
en una casa
de techos tan altos
como mis sueños.

Nunca supe de amor
verdadero hasta que nació
mi hermana.
Construí cimientos de lienzos
para dejar gotear el misterio y
me enamoré
de tantas revoluciones
que amanecí
despeinada.

Busqué mi esencia en flores muertas y hojarasca,
perdí la suerte
-te encontré en mi almohada-.
Entregué toda mi vida a cambio
de la nada.

Escribí poemas
a musas de medio día
gemí en suspiros de media noche
hallé mi muerte
en miradas homicidas
y oculté mi vida
en mil cartas sin nombre.

Fiel a viejas glorias
tuve el valor de decir
la verdad:

Nunca fue amor
sino mala memoria
pensar
que alguna vez
seríamos como una noria
en medio del carnaval.

martes, 22 de julio de 2014

Deseo inmortal.


Lleva el deseo
en la punta de sus dedos
y no consigo deshacerme de su voz.

Tiene unos labios que han nacido
para ser mordidos
y yo nunca he sido de evitar la tentación.

Lleva en sus ojos el arrepentimiento
de no haber vivido lo suficiente
aún.
Juega conmigo,
se divierte en medio de la tormenta
sin darse cuenta de que ella es un rayo
sin tener luz.

Nunca pronuncia la palabra “amor”,
Nunca sonríe sin deseo
No teme aferrarse a las raíces de un abedul
cuando un alud corre a su encuentro.

No sé.



Tiene en su boca el secreto de la muerte
y yo nunca quise ser inmortal.




sábado, 5 de julio de 2014

Primaveras y precipicios.

Nunca fuimos fans de Cupido
y un 14 de febrero te dije adiós.

Nos jugamos febrero
a una carta
sin ningún as en la manga.

-Siempre te gustó jugar a todo o nada-.

Tú tejiste tu condena y yo aprendí
que no hay te quieros que valgan la pena
si están manchados de cobardía.

No puedes pedirle
primaveras a un corazón
lleno de otoño.

Te entregué flores extintas
que para ti no fueron más que migajas de margaritas
diciendo "Espera".

Pero me cansé de esperarte
al borde de un precipicio
que me recordaba a tus sábanas,
teñidas de miedo.

-Tú me esperabas al fondo-.

No fuiste más que eso:
Un invierno que siempre quiso probar todas las flores
sin aprender a querer a la que tenía.

Deberías tatuarte en la lengua
la palabra "cobardía".

Pero qué te voy a decir que ya no sepas,
vive huyendo y destrozando flores,
alimentándote de su néctar,
por mucho que lo intentes
nunca podrás saborear
la primavera.