jueves, 27 de septiembre de 2012

Lluvia

La lluvia cae sutil. Los retazos de mi armonía se deshacen entre mis manos. La lluvia va purificando cada poro de mi piel, que va recorriendo mi cara. Dos lágrimas caen, pero sólo me percato cuando llegan a mis labios. Su sabor salado me hace comprender que dos lágrimas no son nada entre la lluvia.

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