jueves, 26 de junio de 2014

As de flores.

Me dijo que, si se iba,
dejaría la lluvia
en la ventana y
su acento en mi
sofá.

Y aún no había llegado.

Tiene una postdata
en el rojo de sus labios
y una voz
que debería ser
ilegal.

Qué sé yo.

Dicen que el viento
nació sólo para
acariciar su piel los días
de sol,
que trae la lluvia
porque
sus ojos huelen
a tormenta,
que su pelo es un
bosque
de Galicia
lleno de luciérnagas.

Dicen que su corazón
tiene el gusto
de las flores,
y yo siempre quise
convertirme en
primavera.

3 comentarios:

  1. Qué coño tendrá cada gota, que es un recuerdo.
    Qué tendrá cada soplo de viento que la hace presente.
    Qué tendrá el ocaso que es cuando más la extraño, sin embargo, en cada amanecer vuelvo a olvidarme de ella.

    ¿sobre quién trata tu tormenta?

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    1. Sobre todas aquellas mujeres que tienen la mirada hecha de lluvia y me inspiran tanto amor como tristeza. Aunque esta, en concreto, contagiaba alegría.

      Pero mi mayor tormenta soy yo.

      Las noches son malas para olvidar, ya lo dijo Sabina.

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    2. Gran maestro.

      Supongo que lo mejor de tu tormenta es la calma que debes arrastrar, la que mece a tus musas y enreda a tus lectores, calma de las que muchos se sentirán arropados.

      Hay muchas gotas de lluvia cálidas.

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