martes, 16 de julio de 2013

Dependencia de tu ombligo.

Quizás huía de mí
sin saber lo que buscaba.
Tal vez me alojé en ti
esperando una coartada.

Quizás me dejé llevar
por un tango derrotado,
tal vez vislumbré en mis sueños
la esperanza de tus labios.

Quizás acabar con mi ceguera
fuera mi destino,
tal vez para despertar,
debías destrozarme el camino.

Quizás tus promesas
sólo fueron vacío,
tal vez mis gemidos,
unos gritos de auxilio.

Quizás tus caricias
mutasen a chuchillos,
tal vez mis lágrimas,
dependencia de tu ombligo.

Quizás los besos
dejaron de servir.
Tal vez ya no existan musas
que se apiaden de mí.

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