Mi corazón ha explotado
en mil mariposas
y mi musa está
preciosa cuando clama
mi presencia,
pero mucho más
cuando me besa
con sus manos frías,
en el refugio
de una brisa
con sabor a madera.
Y sonríe y yo
me corro
en cada una de sus
muecas.
Suspira, y mis sentidos
pierden el sentido
común.
Y ahora todo
es un terremoto
con epicentro
en su lengua.
Que sabe afilar
sus cuchillos ,y clavarlos
por si la luna mengua.
Por aquello de que
la lluvia enamora los corazones
tristes
y ella me enamoró
en una lluviosa noche
de luna nueva.