Camino perdida entre la indecisión, entre la espera y el miedo, como un funambulista a punto de caer sin una red que le aguarde. Cierro los ojos, trato de concentrarme.
"Respira hondo, respira"; me repito una y otra vez.
Pero tengo el corazón alojado en la garganta, las costillas aprisionan mis pulmones y mi diafragma se coagula con mi alma, que teme su fin al mirar al suelo.
Caminábamos entre nubes de soledad, en solsticios de decadencias y marasmos. Nos adentrábamos en recuerdos del dolor, en ruinas de lo eterno. Y allí estaba yo, aguantando encima de esa minúscula cuerda que más que cuerda parecía un hilo. Y al final de esa cuerda estabas tú, y abajo... Abajo sólo había vacío.
Que esta historia continúe sólo depende...
Es genial!^^
ResponderEliminarPásate por mi Blog :D
Increíble, como todas las cosas que escribes. En serio. Soy @EstefSandy.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, pequeña. Un placer que te guste lo que hago.
EliminarSiempre hay una red, aunque a veces no podamos verla desde las alturas.
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