Esto no es un poema de despedida.
No es una maldita
carta de agradecimiento
por cada beso
cada abrazo
o cada caricia.
Esto no es una promesa
de amor eterno.
Esto es una declaración
de amor.
Del que duele
y del que alivia.
Ahora es cuando
dudo
en si es el punto
de partido,
o es el punto
De partida.
Sangra el cielo.
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